¿CÓMO SE
RELACIONA LAS CONCEPCIONES DE EVALUACIÓN DE LOS APRENDIZAJES EN SU PRÁCTICA
PEDAGÓGICA DE SUS SESIONES INTERVENTORAS?
Antes de todo es importante conocer las características de la sociedad
actual peruana y global para determinar
el objeto de la evaluación.
Porque en todas las épocas y sociedades han debido implicar cambios del tipo de pais o
sociedad que se quiere, pero la característica de hoy es la velocidad con que
ocurren.
La evaluación es hoy quizá uno de los temas con mayor protagonismo del ámbito
educativo, y no porque se trate de un tema nuevo en absoluto, sino porque
administradores, educadores, padres, alumnos y toda la sociedad en su conjunto,
son más conscientes de la importancia y las repercusiones del hecho de evaluar
o de ser evaluado. Existe quizá una mayor consciencia de la necesidad de
alcanzar determinadas cotas de calidad educativa, de aprovechar adecuadamente
los recursos, el tiempo y los esfuerzos y, por otra parte, el nivel de
competencia entre los individuos y las instituciones también es mayor.
Quizá uno de los factores más importantes que explican que la evaluación ocupe
actualmente en educación un lugar tan destacado, es la comprensión por parte de
los profesionales de la educación de que lo que en realidad prescribe y decide
de factor el "que, cómo, por qué y cuándo enseñar" es la evaluación.
Es decir, las decisiones que se hayan tomado sobre "qué, cómo, por qué y
cuándo evaluar". En general, uno de los objetivos prioritarios de los
alumnos es satisfacer las exigencias de los "exámenes". "La
evaluación, al prescribir realmente los objetivos de la educación, determina,
en gran medida... lo que los alumnos aprenden y cómo lo aprenden, lo que los
profesores enseñan y cómo lo enseñan, los contenidos y los métodos; en otras
palabras, el producto y el proceso de la educación... querámoslo o no, de forma
consciente o inconsciente, la actividad educativa de alumnos y profesores está
en algún grado canalizada por la evaluación".
Todos estos factores han llevado a una "cultura de la evaluación" que
no se limita a la escuela
sino que se extiende al resto de las actividades sociales.
Y como al mismo tiempo la evaluación ha tomado un lugar fundamental en la
educación, también se ha convertido en el principal reto al que hacen frente
todos los países, ya que todos buscan desarrollar sistemas de evaluación
verdaderos, para asegurar la calidad de educación de los alumnos.
Concretamente, en nuestro país, la ampliación del ámbito de la evaluación desde
los resultados y procesos del aprendizaje de los alumnos hasta el propio
currículo (en sus distintos niveles de concreción), la práctica docente, los
centros, el sistema educativo en su conjunto, etc, ha dibujado en estos dos
últimos años 2013 – 2014 un nuevo escenario para las prácticas evaluativas, que
se han desarrollado a todos los niveles de manera muy importante como es la
evaluacion por competencias .
En la antigüedad cambios importantes abarcaron varias generaciones. Hoy el
choque generacional es un problema adicional, lo que recuerda el abuelo ya no
le interesa al nieto. Por ejemplo: nuestros padres y abuelos probablemente
utilizaron los mismos libros de texto, cuestión que no ocurre con nuestros
hijos y nietos, más aún, lo más probable es que nuestros bisnietos utilicen
libros electrónicos virtuales digitalizados.
Hasta el siglo XIX la información fue de difícil acceso. En materia de
Internet
Entonces el problema consiste en establecer un acceso sin exclusiones y como
enseñar y aprender a seleccionarla, evaluarla, interpretarla, clasificarla y
usarla. Por lo tanto los centros formales de educación dejan de ser el
principal medio de información y deben competir con la TV y el Internet.
Pero no sólo los contextos de información y conocimiento están
experimentando una acelerada transformación. Lo mismo ocurre con el contexto
laboral, hacia el cual desde su origen, se orientan fuertemente las
instituciones de educación superior. En efecto, a lo largo de la historia ellas
han tenido la misión de preparar a las personas para el ejercicio de roles
adultos, particularmente en el mercado de las ocupaciones.
Hoy resulta evidente que la educación enfrenta un acelerado cambio de contexto
en este ámbito.
En primer lugar, se producen cambios en las estructuras de empleo, es decir, en
la distribución de ocupaciones entre distintos sectores. Ya se conoce, a escala
internacional, el incremento del trabajo en el sector terciario y la
disminución de ocupaciones agrícolas, industriales y extractivas. Pueden
mencionarse además, la desaparición de ciertas actividades e industrias de
intermediación que pasan a ser sustituidas por el contacto directo entre
proveedores y usuarios o clientes a través de las redes electrónicas (Flores y
Gray, 2000); el aumento de ingenieros y técnicos; el fuerte desarrollo del grupo
de analistas simbólicos; el aumento de las ocupaciones en el sector
filantrópico y de ONG (organización no gubernamental); el desempleo
estructural, especialmente entre los jóvenes (OIT, 1998), etc.
En segundo lugar, el contenido de variadas ocupaciones está cambiando
rápidamente, generándose nuevas demandas de competencias y conocimientos. No
sólo se requiere de más competencias, sino frecuentemente de otras nuevas y
diferentes, lo que pone en jaque a los sistemas educacionales y de formación
profesional (0IT 1998).
En tercer lugar, surge un grupo ocupacional que Robert Reich (1992) llama los
analistas simbólicos cuyos miembros incluyen a personas de alta formación que
identifican / resuelven y / o arbitran soluciones a problemas complejos
mediante la manipulación de símbolos, tales como investigadores, científicos,
ingenieros de computación y sonido, ejecutivos de RR.PP (relaciones públicas).
banqueros de inversión, consultores de management e impuestos, de arquitectura
y urbanismo, de sistemas de información, o especialistas en desarrollo
organizacional y en planeamiento estratégico, etc.
Nuestra época corresponde a la sociedad postindustrial o informatizada que está
bajo los efectos de una nueva revolución tecnológica que se traduce en una
sorprendente ampliación del cerebro. La robótica, la informática y la
globalización irrumpen sin transición en nuestro horizonte cotidiano.
Estos son nuestros argumentos que nos mueven a pensar en un currículo que
permita formar alumnos que se desempeñarán en un mundo que aún no existe, que
esté centrado en ellos, que considere formas de pensar y su relación armónica
con la afectividad -la pedagogía del afecto- que desarrolle competencias y
habilidades a nivel metacognitivo, que sepa valorar, aprender a aprender, aprender
a desaprender, a desarrollar trabajo en equipo colaborativo, tolerancia a la
frustración, capacidad para absorber la incerteza, la crítica, desarrollo de la
creatividad, autocrítica, resolución de problemas potentes, administración de
la información, auto estima positiva y cualquier otro valor o competencia
acorde con el análisis aquí presentado.
La evaluación es un proceso de análisis, interpretación y valoración de
información y que debe ser entendida desde una relación interpersonal que
posibilita un juicio pedagógico.
Estas definiciones expresan las distintas concepciones sobre evaluación que
menciono a continuación.
Existen diversas investigaciones que han indagado sobre las percepciones y
creencias de los docentes en relación a la evaluación de los aprendizajes. Así
Samuelowitz y Bain (2002) entrevistaron 20 docentes universitarios de cinco
disciplinas diferentes para conocer el tipo de evaluación que realizaban, y
encontraron creencias sobre la naturaleza y función del proceso de evaluación.
Los autores consideraron que los docentes entrevistados se ubicaban a lo largo
de un continuo respecto a la evaluación de aprendizajes, en donde los extremos
ponen énfasis, por un lado en la reproducción del conocimiento y por el otro en
la construcción del conocimiento. Aquellos docentes que orientan su práctica
evaluadora hacia la reproducción del conocimiento, conciben la evaluación como
un proceso externo a los estudiantes en el cual deben reproducir la aplicación
de técnicas o la información que han podido recolectar de una sola fuente de
información. Así, la función o fin de la evaluación es saber si los estudiantes
estudian, asumiendo como resultado exitoso el esfuerzo que colocan en la
memorización de los aprendizajes. Además, para estos docentes el origen o
naturaleza del conocimiento proviene de expertos, cuyas ideas deben ser
comprendidas y asumidas como válidas por los alumnos. En este caso, los
resultados de la evaluación son utilizados para retroalimentar tanto la
práctica del docente como las acciones de los alumnos, pero hacia un mejor
logro de la reproducción del conocimiento. Aquellos docentes que tienen como
objetivo facilitar la construcción de los conocimientos en los alumnos,
utilizan la evaluación para conocer los aprendizajes que han sido internalizados
y cómo han sido reconstruidos por los alumnos. Así, presentan tareas de evaluación
que demandan la integración de diversas fuentes y su experiencia previa, para
que demuestren la comprensión de los aprendizajes y asuman una postura crítica
frente a estos. Asumen como resultado exitoso de la evaluación aquellas
respuestas que argumentan coherente y consistentemente la utilidad de la información
presentada. En este caso, la retroinformación recibida a partir de la
evaluación es utilizada para monitorear el proceso de aprendizaje y generar
nuevos retos o dilemas que lleven a los alumnos a cuestionar y replantear sus
posturas. Por su parte, Yuen y Kaur (2010), utilizaron entrevistas, análisis
documentario y observaciones de clases para examinar la implementación de
estrategias de evaluación auténtica en instituciones de educación superior en
Malasia. Además, se cruzó la percepción de las estrategias, efectos y procedimientos
adecuados de evaluación auténtica, de dos docentes y 20 alumnos de los mismos.
Sobre los tipos de evaluación auténtica, los estudiantes consideraron que
técnicas como el portafolio, el estudio de casos o el trabajo colaborativo de
proyectos como tareas reales, optimizan aquellas habilidades y competencias que
se requieren en el mundo laboral. Asimismo, los alumnos rescataban la facultad
de la evaluación auténtica para demostrarles la relación entre las expectativas
que mantenían sobre sus competencias y la calificación que obtenían. Acerca de
los efectos de esta tendencia de evaluación, los estudiantes valoraron con
mayor énfasis la estrategia de los portafolios, dado que les permitieron
apreciar globalmente lo que aprendieron durante el curso e incrementar su valoración
sobre los aprendizajes procedimentales y no solo los conceptuales. Respecto a los
procedimientos apropiados para conducir la evaluación auténtica, los docentes coincidieron
en que es necesario que la orientación dada a los alumnos esté fundamentada en
los criterios de evaluación, de modo que hagan explícitas las expectativas que
se tienen sobre los resultados a alcanzar, minimizando la influencia de
prejuicios o creencias irrelevantes por parte de los estudiantes. En este caso,
la retroinformación dada a los alumnos debe fomentar el cuestionamiento por sí
mismos del proceso de aprendizaje realizado, de modo que se traslade a ellos el
monitoreo y regulación del mismo para perfeccionar los resultados alcanzados,
pues consideran que solo así podrán ser autónomos e independientes en su
aprendizaje. Explican también, que es necesario como docentes tener un objetivo
claro al cuál se quiere llegar con este tipo de evaluación e identificar
aquellos aspectos observables que servirán como indicadores para juzgar el desempeño.
No obstante, los docentes reportan que los mayores retos en este tipo de evaluación
es la ardua dedicación que se debe dar a la planificación y el monitoreo exhaustivo
que requiere. Así, aceptan que su rol es facilitar y guiar a los estudiantes en
la realización de las tareas y fomentar y evaluar el desarrollo de su pensamiento
crítico, de la toma de decisiones y de la resolución de problemas; sin embargo,
también consideran que requieren mayor apoyo institucional y mayor estimulación
intelectual para perfeccionar sus conocimientos pedagógicos.
Guzmán (2010) realizó una investigación con 25 docentes
universitarios de psicología para averiguar su pensamiento didáctico en relación
a la evaluación de los aprendizajes. La metodología utilizada consistió en la
aplicación de un cuestionario sobre los nstrumentos de evaluación utilizados
con mayor frecuencia y posteriormente, el desarrollo de una entrevista sobre el
concepto de la evaluación. Entre los resultados se halló que la mayoría de
docentes concebía la evaluación de los aprendizajes como retroalimentación,
tanto para el alumno como para el docente. También, la consideraban como un
proceso de verificación de los aprendizajes. Estos docentes, que fueron seleccionados
por ser apreciados como “buenos” por sus alumnos, asumían como función principal
de la evaluación la ayuda brindada a los estudiantes para aprender,
percibiéndola además como un proceso o mecanismo para alcanzar dicho objetivo y
no únicamente como un resultado. Esto sugeriría que su práctica evaluativa se
centraba en el aprendizaje del alumno. Los instrumentos más utilizados fueron
las pruebas objetivas, los ensayos y los trabajos grupales, apreciando además
la necesidad de recabar información sobre el desempeño desde diversas fuentes y
a través de diferentes situaciones.
Por todo lo antes expuesto, en la actualidad se espera que el
docente sea capaz, entre otras cosas, de seleccionar las estrategias
metodológicas adecuadas y procedimientos evaluativos que promuevan el
pensamiento divergente” (Solar y Díaz, 2007, p. 36). Por ello, es indispensable
contar con un sistema de evaluación que promueva lacalidad de la enseñanza y el
aprendizaje en las Instituciones educativas (Álvarez, 2008), y que permitadar
cuenta del desarrollo de competencias en los estudiantes (Contreras, 2010).
Para poder alcanzar el cambio necesario en el proceso de enseñanza y
aprendizaje que permita responder a las necesidades del mundo actual y para una
futura toma de decisiones sobreel mejor sistema de evaluación de los aprendizajes
en el contexto educativo esimprescindible cambiar las concepciones desde las
que los agentes educativos, en especial profesores y estudiantes, interpretan y
dan sentido a esas actividades de aprendizaje y enseñanza. Y para poder cambiar
esas representaciones, es preciso primero conocerlas (Pozo, 2006, p.32) Esto
permitirá acceder a las causas principales en las que se sustentan tanto las
prácticas adecuadas como las inadecuadas, en búsqueda de una enseñanza eficaz y
de calidad.
La Evaluación por competencias
es un proceso
de análisis y
emisión de juicios de valor
con dimensión interna y externa de las transformaciones producidas
sistemáticamente en la personalidad
de los estudiantes puestas de manifiesto en su actuación para la solución de problemas
predeterminados o no, integrando conocimientos, habilidades y valores
profesionales, en correspondencia con el modelo
establecido en la norma que deriva del perfil pedagógico y en la actualidad la evaluación
busca potenciar las capacidades de la persona, afianzar
aciertos, corregir errores, reorientar y mejorar los procesos
educativos, socializar los resultados por transferir el conocimiento
teórico y práctico, aprender de la experiencia también afianzar valores y,
actitudes
para orientar el proceso educativo y mejorar su calidad
para promover, certificar o acreditar a los estudiantes.
Dentro de este ensayo
es necesario relacionarlo los términos de la evaluación del desempeño,
el desempeño es demostración de competencia,
es además un conjunto de indicadores y
de evidencias
como por ejemplo cuando se resuelve problemas matemáticos
que incluyen las cuatro operaciones
como sumar, restar, multiplicar, dividir en este ensayo se dan a conocer lo que
son los indicadores por competencia que es una actividad o un elemento de
evaluación, un parámetro concreto
esencial y variable que caracteriza la competencia desde la óptica
de su medición
permitiendo distinguir su dominio
el ejemplo de esto seria yo que la competencia no es observada directamente, se
infiere del desempeño.
Yo quisiera imaginar que el
verdadero propósito de enseñar por competencias es formar alumnos más
reflexivos y críticos, que sean capaces de integrar la experiencia educativa al
perfil profesional, relacionando en todo momento la teoría
con la práctica evitando la construcción
de conocimientos aislados, además promueve soluciones
prácticas articulando el saber con el hacer, buscando la eficiencia
la eficacia y
todo cambio o
proceso cambio o proceso debe ser evaluado., en nuestro mundo contemporáneo
entendemos que esta en acción
no tiene limite, conforme avanzamos en el tiempo
avanzamos en tecnología,
en invenciones, formas de vida, la cual implica educar en las sociedades
de acuerdo a las necesidades que las nuevas generaciones reclaman, sin embargo
no es posible sino tenemos una educación de calidad que permitía ofrecer servicios y
productos
de calidad.
Los cambios constantes del contexto,
la preocupación por la mejora de la calidad
de la formación, los nuevos giros hacia la construcción del Espacio Peruano
para la formación y el trabajo
conducen justificadamente a hablar de movilidad laboral y formativa, entre
otras. Esta realidad no es posible si no se articulan procesos transparentes,
coherentes y viables de evaluación, reconocimiento y acreditación de
competencias.
CONCLUSION
De las concepciones antecedidas La
evaluacion de los aprendizajes en mis sesiones interventoras estan relacionadas
al proceso mediante el cual se recopilan
evidencias y se realiza un juicio o dictamen de esas evidencias
teniendo en cuenta criterios
preestablecidos para dar retroalimentar en aras de mejorar la idoneidad” (Sergio Tobon), teniendo
en cuenta el Análisis de problemas
para la formacion integral del
estudiante , informando niveles de logro y aspectos a mejorar.
Dimension
a evaluar: El
saber: ser , conocer y hacer principalmente en contexto, con fundamento en los
saberes disciplinares y, justificado desde una ética profesional, es lo que da la idea de una
competencia en el ámbito de la formación integral para la La solución de
problemas concretos en contextos específicos, nunca se aborda desde una sola
disciplina, para formar estudiantes critcos reflexivos, utilizando las pruebas objetivas, los ensayos y
los trabajos grupales,etc apreciando además la necesidad de recabar información
sobre el desempeño desde diversas fuentes y a través de diferentes situaciones
reales y concretas
seleccionar las
estrategias metodológicas adecuadas y procedimientos evaluativos que promuevan
el pensamiento divergente.
En cada contexto condreto se evaluan diferentes aspectos: Social,
cultural, cognitivo, ético, estético, físico.
Desde situaciones
concretas, en contextos definidos se
evalúan:
•
Saberes
•
Habilidades
•
Valores
•
Actitudes
•
Motivación
ü Para llegar a ser
matemáticamente competente se requiere de un proceso prolongado y continuo.
ü El hecho de aprender
haciendo estimula la capacidad para resolver situaciones de contexto.
ü El maestro de
matemáticas ha de ser creativo y hábil para poder incitar al aprendizaje del
estudiante.
ü El trabajo
colaborativo, puede estimular el deseo y la capacidad para la resolución de
situaciones problema.
ü Las competencias
matemáticas se desarrollan continuamente, producto de la aplicación del SABER
al SABER HACER.
ü Para estimular a
los estudiantes hacia la matemática, la debemos CONTEXTUALIZAR, es decir,
divulgar que es aplicable y esta inmersa en muchos procesos de la vida del
hombre.
ü Evaluar en
matemáticas es un proceso continuo y sistemática, en donde debemos considerar
las diferentes formas de participación de nuestros estudiantes .